Fisura Oblicua a la Paret de la Font Freda

Vaya con la Font Freda, como se las gasta...
Primera visita a esta impresionante tapia que nos ha dejado más que sorprendidos. Escalamos la Fisura Oblicua, la clásica del lugar, una vía guapa y con patio, o como se dice ahora con ambiente. Abierta por los franceses Francis Tomas y Gerard Uzabiaga en 1977 cuando en esa temprana fecha ya andaban buscando un lugar llamado Montrebei que prometía tener unos tapiones jevis. Terminada la escalada fue al pasar por les Bagasses que se cruzaron con el Jordi Lluch que salía de la C.A.D.E. al que preguntaron el nombre de la pared que habían escalado, deberían flipar cuando descubrieron que ni siquiera tenía nombre y que habían escalado una pared virgen, después indagaron sobre Montrebei y el Jordi les dijo, ¿montrequé?, ni flowers titos...

Sobre la vía tal vez íbamos con una idea no muy acertada; su grado amable sobre el papel; su evocador y lógico nombre; eso de la primera vía de la pared, etc... igual pensamos que era ir trepando de repisa en repisa en diagonal siguiendo los matojos, jé, jé, jé cuando en realidad es una vía atlética y tope vertical, donde no regalan nada y los largos graduados como IV+ toca currárselos como cualquier otro.
La primera tirada ya te pone en situación, roca con liquen seco, tierrilla, desequipado, uy, uy.... como sea todo así... pero no, ¡la cosa mejora!, incluso hay tramos con roca muy buena. Las tiradas se suceden cada una un poquito más difícil que la anterior: -L2 V -L3 V+ -L4 6a, a partir de aquí afloja y se vuelve al IV+ (ese que no regalaban) que la cosa sigue hasta arriba vertical a tope.

De material llevamos, tascones, camalots hasta el nº 3, unos micros y algún nº de alien doblando algúnos números de camalot, útil por si te has quedado sin alguno porque está puesto en la reunión, se han de reforzar o montar casi todas. 
Un frontal en la mochila es interesante, que los días acortan y la bajada es laaaaarga. La pista sigue cortada y toca aparcar bastante antes, así que sumar una hora y cuarto bien bien al horario, yo hasta que no pongan servicio de burro-taxi no pienso volver, he acabado reventado, memorable la subida de retorno -una hora en fuerte pendiente- ahí ganándomela entre bufido y resoplido mientras el compañero sin embargo se iba fumando un piti tan ricamente, joder qué energía tiene el pájaro.
Vale la pena.


























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