Joan Armengol al Serrat del Moro

Con tan solo dos opiniones sobre esta vía además malas -una incluso desaconsejándola- nos juntamos dos cordadas este domingo para recorrerla y conocerla in situ. Yo me encordé con el Björn y la Lourdes con el Albert. Esta es una vía que puede decepcionar si te presentas a ella así por las buenas, pero nosotros íbamos sobre aviso ya sabiendo que no era ningún bellezón y que en algunas tiradas la roca era muy mala, así que como estas cosas no eran sorpresa disfrutamos de lo lindo de todo lo bueno que tiene. 

Está prácticamente equipada con buriles, spits, pitones y puentes de roca, al estilo clásico vamos, aquí no hay paraboles, hacen falta cintas y camalots 1, 2 y 3 aunque si se lleva otro 1 seguro que se pone, también se puede poner algo de improvisación, alguna baga sabinera, un merlet, algún micro quitamiedos en algún tramo roto, y cordinos de recambio para los puentes, vale la pena dedicar un tiempo a cambiarlos, nosotros no lo hicimos... dan miedo.

La roca va de lo más exquisito a lo peor, hay largos muy muy buenos y otros muy muy malos. Empalmamos las dos primeras tiradas y resultó un pedazo de largo de gran belleza y mantenido, después toca trepar por dos tiradas ¡rostolleras a full! que nos llevan a pie de los siguientes largos, una placa un poco tumbada pero lisa como la espalda de un violín y un diedro vertical, atlético y un poco roto, la guinda la pone la penúltima tirada, bonita y con una roca sensacional.
Sin ser la hostia a los cuatro nos ha gustado.























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