Wagner al Sentinella

El sábado pasado subimos a Sant Benet, hacía un día de perros, frío y ventoso, nuestro plan inicial se desvaneció como el humo de esos cigarritos que fuma el Angelillo ya de buena mañana.
El viento azotaba árboles y rocas allá donde posáramos la vista, con este panorama poco se podía esperar... Suerte que al Eduard se le ocurrió que emigráramos a toda prisa a la Plantació, y un poco a regañadientes lo seguimos, ¡fue un acierto!, aún pudimos escalar un par de vías resultonas en vez de volvernos a casita.














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