Desventuras y milagros

Este sábado con la buena compañía del Albert y el Björn fuimos a Mont-Rebei para escalar una de sus grandes clásicas: la Delfos, un pedazo de vía del Gálvez y del Santi Llop que surca completamente en libre toda la Paret de Catalunya de una manera inteligente, y lógica, aunque con algunas reservas, no olvidaros de llevar una buena rese. La ruta avanza zigzagueando aquí y allá en busca siempre del mejor paso, además lo hace con un estilo absolutamente impecable. Sin requerir una sola chapa ni siquiera en las reuniones nos ofrece una escalada honesta y de aventura con una dificultad muy razonable (para lo que son las vías por aquí). Las diferentes reseñas no terminan de ponerse de acuerdo ni en los metros ni en la dificultad de algunas tiradas, sobre la graduación podríamos decir que hasta V todo es normal y corriente sin diferir en absoluto con otros lugares, los V+ sin embargo son muy duros, creo que hay demasiada distancia entre el V y el V+, parece que falte algún numerito...

Primera "pillada" del verano, ¿verano ya?... y es que con semejante calda, la boca seca y sudando a chorros yo no estoy para escalar nada, fijo que me debe de saltar el termostato imposibilitándome el ejercicio físico, el cerebro envía la orden y poco queda por hacer -¡Imbécil, ponte a la sombra, deja de hacer tonterías y tómate una birra ya! ...ni te cuento si encima la vía es tan dura y física, buah, menuda arrastrada. A menos que cambie mucho el tiempo doy por concluida la temporada "Montsec soleado" hasta pasados los calores. Sobre la vía: no diré que sea mala, las tres primeras tiradas son excelentes, pero es un tipo de escalada que no me atrae (mis compañeros son unas tremendas liantas). Tan solo mirar la pared ya lo tengo claro, a mí me puede la estética, la lógica y la belleza de una línea bien definida. Las sucesiones de resaltes eteeeernas y con un grado que me supera no me interesan en absoluto, quedo reventado para días como si hubiéramos hecho una...

La semana pasada Albert y yo tuvimos que abandonar en esta vía, soplaba con tal fuerza un viento de mestral que se nos despegaba el casco. Este sábado hemos vuelto -no mola dejar las cosas a medias- además, se unió a nosotros el Dani ...disfrutamos de un día radiante, al solecito y sin viento, esta vez sí. La vía nos ha encantado, posee una belleza que solo encuentras en itinerarios inteligentes, caminos repletos de natural lógica, además es bastante aérea, tiene un buen patio. Sin duda una virguería para su tiempo, en la línea de otras escaladas ultra clásicas y lógicas como la Mas-Brullet o la Mas-Guasch... Esta gente eran auténticos maestros y tenían un morro que se lo pisaban.